En Bilbaoplan repasamos lo mejor de una ciudad de obligada visita para todo el mundo
Esta pasada madrugada en Londres el alcalde de Bilbao Juan Mari Aburto ha sido el responsable de recoger el premio otorgado por La Academia del Urbanismo a la mejor ciudad europea del año 2018. Este galardón supone para la ciudad el reconocimiento, no sólo en materia de urbanismo, sino en distintas áreas que sirven para hacer hincapié en el importante trabajo de transformación que ha venido realizando la ciudad en las últimas décadas.
Y es que, sorprende a propios y extraños que llevan mucho tiempo fuera de la ciudad, el impresionante cambio al que esta se ha sometido desde los años de la industria y la actividad masiva de fábricas en la zona. Este reconocimiento supone además la oportunidad de situar a Bilbao una vez más en el mapa gracias a la labor que el consistorio ha realizado en otra clase de materias como la cultura, la acción social y la organización de eventos tanto de categoría estatal como de proyección internacional con la afluencia de eventos, congresos y ferias de toda clase.
Este nuevo reconocimiento es además una oportunidad para sentar las bases del Bilbao del futuro. Tal y como ha señalado el máximo responsable del ayuntamiento en la gala que se ha celebrado esta misma semana, Bilbao es una ciudad que, además de someterse a una profunda transformación desde los años 90, sigue trabajando en su futuro con nuevos proyectos que siguen en construcción y en desarrollo. Claro ejemplo de ello es el proceso de construcción de Zorrozaurre para el que esta misma semana se tratarán de englobar nuevas empresas en el mismo Londres con la colaboración del responsable de urbanismo de la ciudad. Sin duda este nuevo reconocimiento puede dar un importante empujón a las empresas que quieran sumarse a este innovador proyecto único.
El alcalde ha querido dedicar el galardón a todos los bilbaínos ya que, aún sus palabras, este premio no reconoce únicamente la labor del equipo del Ayuntamiento sino sobre todos la de los bilbaínos y bilbaínas que la han ido viviendo desde sus inicios. Ya no se habla únicamente del “efecto Guggenheim” sino también del “Efecto Bilbao” que sirve para remarcar las nuevas iniciativas que se han venido llevando a cabo desde la puesta en marcha de los principales proyectos urbanísticos, sociales y culturales que a día de hoy funcionan a pleno rendimiento por toda la ciudad.
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